Capítulo 1: Orígenes.
Muchos conocen la historia de varios ponies a
lo largo de nuestra vida, pero esta es la primera vez que alguien externo a la
realeza de Equestria sabe de mi existencia. Mi nombre es Divine Heart y ésta es
mi historia…
Nací en Cloudsdale, en una noche bastante
tranquila, lo cual es irónico porque en mí se dio un caso demasiado extraño que
alteraba el hospital. Nací siendo una alicornio; los doctores buscaron en todos
los libros y utilizaron toda la magia disponible en ellos para buscar una razón
lógica del porqué nací así, pero no hallaron nada y créanme, el haber nacido
así no era algo de lo que me enorgulleciera cuando era una potranca.
Cuando entré a la academia de pegasos en
Cloudsdale hice mi primer hechizo, algo para ocultar mi cuerno mágico, sabía
que los otros pegasos se reirían de mí por ser distinta o tal vez incluso me
temerían, cosa que yo no quería.
Cierto día en una prueba de vuelo tuve un
accidente que anuló mi hechizo que ocultaba mi cuerno y quedó a la vista. Toda
la clase y los profesores no creían lo que veían y los entiendo; he de asegurar
la clase de preguntas que pasaban por sus mentes: ¿Por qué siendo tan joven yo
era una alicornio?, ¿Era yo descendiente de la realeza de Equestria?, ¿Usaría
mi magia contra ellos? Sí, entendía muy bien su desconcierto. Lo que hicieron
fue llamar a mis padres y enviarle un informe a la propia princesa Celestia
después de clases.
Esa noche, estando en casa me había
encerrado en mi habitación desde que había llegado de la escuela, mis padres se
preocuparon y me forzaron a abrir la puerta, no quería que me vieran llorar
para que luego me preguntaran porque. Pero no tuve más remedio que contarles
todo…
-Divine, dinos ¿Por qué lloras?- Dijo mi madre en un tono muy cálido -Yo… yo… ¡Me sentí
como un monstruo con todas esas miradas que en el fondo me juzgaban por ser
distinta!-
Mi padre intentó calmarme y entonces me
pidió que le dijera lo que ocurrió.
-Está bien- Dije –Les diré lo que me
hicieron-
Estaba sola en las gradas del gimnasio,
cuando un grupo de pegasos llegaron y empezaron a molestarme…
-¿Qué diablos te crees tú?- Me dijo Cloudchaser -¿Crees que por ser una alicornio te trataran
especial?- Replicó Thunderlane
En eso llegó Lightning Dust junto a
Spitfire y una de ellas gritó:
-¡Jamás llegarás a ser útil en Equestria! ¡¡¡Podrás haber nacido así pero tus hechizos jamás salvarían a alguien, e igual eres la peor voladora que Cloudsdale haya tenido!!!-
-¡Jamás llegarás a ser útil en Equestria! ¡¡¡Podrás haber nacido así pero tus hechizos jamás salvarían a alguien, e igual eres la peor voladora que Cloudsdale haya tenido!!!-
Spitfire y el resto de los pegasos se
acercaron a mí y comenzaron a patearme, pude sentir como rompían mis alas.
Cuando volví a quedarme sola recordé uno de
los hechizos de curación que aprendí de uno de mis libros y lo utilicé; me
funcionó muy bien ya que mis alas sanaron por completo y no había rastro de
ningún moretón o cortadura.
Al terminar de contarles todo, mis padres
me dijeron que olvidara todo, que un par de días más tendría una nueva vida. Yo
creía en sus palabras, pero algo me decía que lo que pasó en el gimnasio era
sólo la primera de mis desgracias….
Llegó por fin aquella mañana en la que todo
cambiaría. Desperté y cuando salí de mi habitación vi a mis padres con unas
maletas y la guardia real de Canterlot ahí.
-Mamá, papá, ¿Qué pasa?- Dije en un tono
asustado -Hija, no te quisimos decir nada porque era
una sorpresa pero bueno, ¡irás a la academia para unicornios superdotados!-
Dijeron los dos al unísono
Yo no lo podía creer, pensaba que para eso la princesa Celestia debía llegar personalmente y elegir a sus estudiantes, pero luego supe que en el informe que le enviaron le hablaban sobre que era yo, y que ella respondió que sería su alumna porque con el tiempo ella iría sacando mi potencial. Llegué ahí después de Sunset Shimmer, pero antes que Twilight Sparkle.
Yo no lo podía creer, pensaba que para eso la princesa Celestia debía llegar personalmente y elegir a sus estudiantes, pero luego supe que en el informe que le enviaron le hablaban sobre que era yo, y que ella respondió que sería su alumna porque con el tiempo ella iría sacando mi potencial. Llegué ahí después de Sunset Shimmer, pero antes que Twilight Sparkle.
Esa vez debí ocultar mis alas, la princesa
insistió en que no lo hiciera y que me presentara con los demás, pero me negué.
E incluso además de ocultar mis alas, me oculté a mí misma; no quería pasar por
lo mismo de la escuela de pegasos en Cloudsdale.
Pasaba horas en mi habitación estudiando
sobre todo tipo de hechizos, y por las noches practicaba mi vuelo, ¿La razón?
Las palabras de Spitfire retumbaban en mi mente siempre que practicaba y
estudiaba. No tomaba descansos pues quería ser la mejor y demostrarles que sería útil.
Al igual que Twilight, yo enviaba cartas,
pero no eran para la princesa. Eran para mis padres, era el único contacto que
tenía con ellos, los extrañaba muchísimo, y las fechas en las que nos
visitábamos eran muy especiales para nosotros.
Fue pasando el tiempo, y ha como fui
creciendo, mis habilidades también lo hicieron, volaba muy alto y rápido. Me
atrevo a decir que pude haber sido la capitana de los Wonderbolts, pero ese era
el destino de Spitfire, no el mío. El 90% de mi magia ayudaba a los demás de
alguna forma y eso causó la aparición de algo muy importante en mi vida: Mi
cutie mark.
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